120 AÑOS DE PRESENCIA SALESIANA EN EL PERÚ

Hace 120 años los hijos de Don Bosco y Madre Mazzarello llegaron al puerto del Callao un 27 de Septiembre de 1891 y desde entonces la obra salesiana creció por todo el Perú y hoy nos alegramos porque la Familia sigue creciendo

LAS FMA

LAS FMA EN EL PERÚ

Las tres Hermanas fundadoras 50 años
después con las Novicias
Corría el año 1885 , madre Mazzarello ya había muerto y la Madre General del Instituto era, Madre Catalina Daghero. Las Hijas de María Auxiliadora estábamos creciendo en el mundo, cuando un misionero franciscano, el Padre Luis Torrá como promesa a la Virgen por una gracia concedida, escribió y difundió en el Perú la vida de Don Bosco y la devoción a María Auxiliadora.
Mientras tanto, el Dr. Manuel Candamo -que entonces era presidente de la Beneficencia Pública de Lima y luego fue presidente del Perú- había recibido un donativo para la institución de una obra a favor de los niños pobres y abandonados. Pensó entonces en las Hijas de María Auxiliadora para las niñ;as y en los Salesianos para los niños, abriendo así de este modo el camino a la obra salesiana en el Perú.
Luego de las gestiones respectivas, el 26 de julio de 1890, en Turín se suscribía el Contrato entre la Beneficencia Pública de Lima representada por el Dr. José Canevaro y la Congregación Salesiana , representada por el Rector Mayor Don Miguel Rúa.
Ese mismo año, pasaban por Lima dos Salesianos con destino a Ecuador y Colombia. Uno de ellos, Don Ángel Savio a pedido de Don Rúa se quedó quince días en Lima para tratar el asunto de la fundación, antes que llegara Don Santiago Costamagna para conocer la nueva tierra de misión y ultimar detalles respecto a la nueva presencia en el Perú.
En 1891, en la Basílica de María Auxiliadora en Turín se realizó la solemne despedida de la nueva expedición misionera. El padre Carlos Pane, otros Salesianos y nuestras Hermanas emprendieron viaje y tras 45 días surcando mares y aprendiendo el castellano, llegaron el 28 de septiembre de 1891 al puerto del Callao.
Venían 9 entusiastas Hermanas Sor ángela Piai, Sor Luisa Pompignoli, Sor Lavinia Albertini, Sor Luigia Grassi; Sor Marcelina Zinelli, Sor Rosa De Valle, Sor Teresa Tapparello, Sor Elisabetta Maio y Sor Luigia Ruatta. Todas eran jóvenes y venían con mucho ardor apostólico desde Nizza para hacerse cargo del "Instituto Sevilla" ubicado en el barrio del Rímac.
Fueron a recibirlas al puerto del Callao por el Arzobispo de Lima, Monseñor Manuel Bandini, el Dr. Manuel Candamo, el superior de los Padres Vicentinos y el padre Antonio Riccardi, Salesiano, antiguo secretario de Monseñor Costamagna que venía desde Argentina destinado como Superior de la nueva fundación salesiana.
Al inicio las Hermanas fueron acogidas por las Hermanas Vicentinas y los Salesianos por los Padres Vicentinos quienes fueron muy caritativos y cordiales, mientras tanto se avanzaban los trabajos de adaptación e implementación del lugar donde vivirían y trabajarían.
Por fin, el 15 de octubre de 1891 las Hermanas entraban al nuevo local llamado Instituto Sevilla y el 26 de diciembre del mismo año iniciaron oficialmente la nueva misión. Recibían niñas de 12 a 16 años, la mayoría huérfanas o desamparadas. Las Hermanas se dedicaron totalmente a la misión y lograron hacer de esa primera obra una casa donde se crecía, trabajaba y amaba bajo la tierna mirada deía.
Muy pronto empezaron a surgir las primeras vocaciones peruanas. En los siete años que las Hermanas estuvieron atendiendo esta obra, once jovencitas pidieron ser Hijas de María Auxiliadora. Entre las primeras vocaciones nacidas en esta casa están Sor Emilia Ottone, Sor Victoria de la Torre , Sor Rafaela Cáceres y muchas más.
Se retiran de esa casa en 1898. Se abre la casa del Callao, que marca el inicio de una etapa en la vida de la Provincia. Allí llegan las Hermanas el 20 de abril de 1897 y aunque la casa es transitoria pues luego cambian a la actual ubicación, ya es una casa de la Congregación , la primera del Perú. Aquí se van formando y profesan las primeras Hermanas que van entregando sus vidas en bien de las niñas en el oratorio, en el taller y en la escuela Primaria. Después, se acoge la invitación para ir a Ica, y el 30 de abril de 1898 se abre la casa en Hoja Redonda. Era una gran hacienda y se había pedido que las Hermanas cuidaran de la formación de las niñas hijas de los trabajadores.
Él 4 de noviembre de 1898 una parte de la Comunidad de Sevilla pasó a la casa de la calle Belaochaga en el centro de Lima.  Aquí surgen nuevas vocaciones, las Hermanas Muga, S. Estela Roldán, Sor Mercedes de la Torre.  En 1902 comienzan a partir las Hermanas hacia el Ecuador.
Luego vendría una y otra fundación. Y la vida continúa creciendo y la Inspectoría va desarrollándose gracias a la entrega de nuestras primeras Hermanas que supieron acoger el llamado de Dios y que encarnaron en nuestra tierra el carisma salesiano.
Esta presencia seguirá creciendo día a día mientras las Hermanas, las jóvenes y los colaboradores pongamos nuestro granito de arena para la extensión del Reino.